Dejate llevar a donde nadie fue, profanando silencios inmaculados, buscando lo inalcanzable, sintiendo lo inexplicable... Donde habita el olvido, donde nadie llegó, donde los suspiros resuenan en la noche y la ternura de la brisa te besa la cara...
domingo, 12 de diciembre de 2010
Marche un 360° para la 4!
Al final, fue como entrar en un caracol.
Yo, La Maga y mis tantas pasiones; Rocamadour, el Cielo y la Tierra de salto en salto.
Él tan Oliveira, tan mirón, tan introspectivo.
Nada más irascible que un fundamentalista utópico.
O que a un fundamentalista se le rompa la tortilla cuando intenta darla vuelta cual carnero.
Queda pensando en el por qué de los carneros, y de las tortillas y el "vuelta y vuelta".
Claro... eso.
Por qué "vuelta carnero"? Si los carneros no se la pasan dando vueltas. Será por la circunvoluciones de la cornamenta? Pero... por qué hacer alusión a las vueltas en forma de acción y no de estado?
Tenemos la palabrería llena de "cuestiones", dimes y diretes.
Ligamos hispanos con amerindios, Churas con Merinas. Ligamos como el huevo en la tortilla.
Ligamos, cobramos, damos y recibimos. Y después? Después de todo, el amor.
"El amor sí existe, atando ligas en el corazón" supo decir el trovador.
Esos sí que ligaban! Bacanales liadas la de los juglares.
El amor y las ligas.
La pasión y el humo.
EL humo... como complemento o como sustantivo?
Los seres humanos nos debemos un tratado sobre el humo.
Creador de atmósferas, compaginador de recuerdos... y de edemas!
El huevo y las tortillas.
Las tortillas y los fundamentalistas.
Las vueltas y los refutadores.
El humo y los recuerdos.
Los edemas y el amor.
Y acá estamos... del cielo al infierno, vuelta y vuelta como tortillas!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario