martes, 28 de diciembre de 2010

** Make a Wish **


"...al que se quedó pensando, al que no quiere pensar,
al olvido selectivo, a la memoria perdida,
a los de los pedazos de vida que no vamos a perder... jamás"



- Hola, buenas tardes.
- Si, buenas tardes. Bienvenido a "Tómeselo con calma" donde todos sus deseos se hacen realidad.
- Bueno, lo que yo estoy buscando es alguna especie de artefacto, de chip o microprocesador que se instale en mi cerebro y tenga un receptor en mi ordenador.
- Siéntese que ya le traen un té y explíquese mejor, mi señor... no logro entender el fin que persigue.
- Bueno... lo que... yo estoy buscando... En realidad no se si existe, pero como llevo casi 4 décadas anhelandolo y su negocio hace referencia a mi tediosa espera, no quise perder la oportunidad de encontrar mi tan ansiado tesoro.
- Vaya! Veo que esto que busca es lo más preciado para Ud!!. Prosiga... mientras bebe esas exquisitas hiervas, prosiga...
- Muchas gracias!. Bueno... yo desde muy chico he tenido la fantasía de que cada cosa que pensara se transportase y quedase archivada en un ordenador especial. Que todos mis pensamientos, ideas, reflecciones... todo lo que cruzara por mi mente, quedara archivado en un ordenador. Algo así como "mis verdaderas memorias".
- Mmmm.. pero que interesante es lo que anda buscando. Sígame, le sirvo un poco más de té y sígame... Cuénteme un poco más y mientras voy buscando a ver si puedo ayudarle.
- Mi problema radica en que no siempre tengo el ordenador a mano o algún soporte para la escritura, y me es imposible dejar mi mente plasmada. Imagine! Voy manejando y pensando en cientos de cosas, ideando, refleccionando, imaginando, concluyendo... no puedo frenar en medio de la carretera y ponerme a escribir!. Mi deseo está atado a una necesidad. Necesito dejar mis memorias porque concidero que a alguien le pueden ser útil. Quizás a mis hijos o sobrinos, pero no puedo redactarlas ya que mi escritura sería de tiempo completo.
No podría comer, asearme, viajar, relacionarme con otros... no podría hacer nada, ni satisfacer mis necesidades!
- Mmmm... veo que estamos frente a un gran hallazgo - dijo el hombre de ojos vidriosos, mirando al inquisidor visitante-. Asombroso hallazgo!
- A que se refiere con eso???
- Sentémonos un momento así no apresuramos las cosas. " el día que te falte tiempo, habéis matado hasta el último de tus sueños" y lo que menos deseo en este mundo es convertirme en verdugo.. - dijo entre sonrisas el viejo -.
- Creo que Ud. entiende lo que busco. Y lo mejor de todo es que no me ha tratado de loco. Nunca le había dicho a nadie ésto, esa mi mejor secreto; ahora es mi más ferviente anhelo, como desde hace 40 años.
- Relájese... yo sabía que este día iba a llegar.
Cuando mi abuelo llegó de la Prusia Oriental, escapando del hambre pero lleno de esperanzas, emprendió a fuerza de grandes sacrificios esta tienda.
De generación en generación pasó el negocio... mi padre lo trabajó y aunque los avatares de la historia han quebrado en dos las espaldas de mis ancestros, yo lo he podido mantener.
- Es una hermosa historia la que me cuenta, pero no entiendo que tiene que ver conmigo y lo que estoy buscando.
- El tema es que mi abuelo tenía... como decirlo... el mismo deseo que Ud.
- Pero... puede ser ésto posible?? - dijo el hombre, con ojos colmados de emoción. Toda su vida había creído ser el único ser humano deseoso de archivar sus memorias, tal cual las pensaba, con las palabras que se le ocurrían en el trayecto de pensamiento en que iban brotando de su cabeza; con todos los matices de olores y recuerdos, de canciones y fuentes.
- Mi abuelo... gran hombre! Por eso es que le puso el nombre que lleva esta tienda.
- Mire... yo no creo en Dioses ni milagros, a mi la vida me ha dado lo que mi destino ha sabido marcarme a fuerza de las elecciones que he tomado, pero esto... esto...
- Este es su destino... su propia mente, su propio deseo lo ha echo entrar a esta tienda. Mi amigo... cuando deseamos algo con todas nuestras energías, cuando pensamos en ese deseo al menos una ves al día, se cumple. Se lo puedo acegurar.
- Usted me dice que mi deseo me hizo entrar aquí? Pero... y su abuelo... encontró la solución al problema que nos acucia?
- Jajaj.. ha, mi amigo! Mi abuelo descubrió el misterio de la vida... mi abuelo fue feliz porque descubrió como trascender en sus pensamientos.
- Por favor, déjeme caminar un rato, recorrer la tienda... no se si estoy preparado para saber.
El Viejo, con una ternura inigualable en su mirada, lo observó al hombre y le hizo un ademán con la mano para que recorra las estanterías llenas de objetos pequeños, raros, brillosos, opacos... pero todos con una cualidad común; encerraban un halo mágico que muy pocos podían percibir.

Después de pasar horas y horas recorriendo el antiguo negocio, el hombre se acercó al Viejo con un cofrecito muy pequeño entre sus manos.
Vacilante le dijo...
- Mire, no me trate de loco, pero no quiero saber qué descubrió su abuelo. Creo que con el sólo hecho de saber que alguien sintió lo que yo, en algún momento, me llena de felicidad.
- Ud, ha encontrado su tesoro.
- Cómo dice?
- Mi abuelo, un hombre tan bondadoso como sabio una ves me dijo cuál había sido su hallazgo y fue ése.
- Sepa disculpar mi falta de interpretación... no logro entender lo que me dice.
- Entendió que no necesitaba un papel, un cuaderno, un soporte para sus memorias... sólo necesitaba compartirlas, vivir con otros sus experiencias... latir a un mismo son. Los libros se pueden malinterpretar, los escritos pueden borrarse, a los ordenadores les atacan virus que hacen que todo se pierda... pero cuando uno late al son de otro ser, de la madre tierra, del tiempo, a eso, nada ni nadie te lo puede quitar. Esa es la mejor forma de trascender en el tiempo. VIVIR.

El hombre, sin decir nada y con los cristalinos acuosos, envolvió las manos del viejo con las suyas, y con una sonrisa aguada se despidió.
Esas lágrimas que rodaron por sus mejillas fueron la paga para ese cofrecito que llevaba entre sus manos, para esa tienda que sólo tenía tesoros, para quienes tenían tiempo... y sueños.




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