Cansada de cansarme, decidí irme.
El sol del atardecer en verano, en estos días en que no hace ni frío y calor, me reconforta.
Ella está conmigo. La corro, le tiro las orejas, juego, le hablo y cuento. Nos ponemos al día.
Voy más allá de la casa del segundo cuadrado. Encuentro un rincón entre el pastizal de al lado del camino, y me acomodo a observar el atardecer.
Abro mi mochila en busca de nada en particular, pero de ese algo que pueda llenar el hueco entre vos y yo, que salga de lo general pero cause en lo particular...
Se me quiebra la razón.
Enciendo "mi propósito a dejar", en una ola de nunca acabar. Miro al horizonte, inhalo y exhalo.
"Ayer te montaste en una estrella para ver quien se dejaba querer; primero se acercaron dos, y luego se borraron"...
Dobladas, llenas de orejas, las fotos de los otros días, de mis amores, de ese pasado que nunca muere, con borras de calor de la semana pasada, con flechas de guerra de alguna noche de venganza.
En la piel, el olor a Él, que nada tiene que ver, el de mi amor incondicional, el de mis volados amaneceres.
En mis sueños, por tercer día inalterado y consecutivo, Vos, el mismo de siempre; por eso es que no duermo nunca... podría hasta matar si te encuentro a cada momento, al cerrar los ojos.
Ella y sus fotos, ella y su cruel transparencia y ella, que se emociona por mis delirios y teme por el maltrecho que duele.
Ese sí que duele!
El encendedor de las okupas, de mis locas maniáticas; yo su disípula, la más rebelde de todas, la incondicional.
Los Palitos de la mano, con su Punck Rock buena onda y "esa música" para saltar.
La pulsera rota que Ferru nunca me arregló (en realidad sí, s+olo que el viejo me la volvió a hacer zafar). Él y su sandwich jaj... amor, delirio y alguna hierva más.
Los de ayer, los de alguna vez, los otros.
Ella, mi Morena de Piel de Chocolate... "y dicen que aquí no podemos hacerlo" y su narcótico existir. Sólo ella pudo ratificar lo que los hermanos gritaron... "lo prohibido es tentador; quedate hasta que amanezca".
Mi Naranjo en Flor, y el bosquejo de mi vida. No hay palabras para ella... sólo miradas y un mismo latir.
Mi querida Popey... mi fantástica vibración; mi otra mitad.
Gracias por llenarme, por vivirme, por sacierme de a ratos donde nada hace efecto, donde mis anfetaminas se consumen en la copa que me mordió el labio.
Cierro el bolso.
Ella me mira.
Caliento el encendedor y lo impronto sobre mi puño.
Si la marca de la felicidad fuera a fuego, quisiera tenerla en mis talones; por lo andado, por lo recorrido, por patearla hasta el amanecer.
Mi cigarrillo se acabó, el sol me guiña y los mosquitos me preparan como banquete.
La llamo, y arrancamo otra vez.
Mi cara, rasgada por las lágrimas en la tierra, da su mejor perfil al astro y cierra los Olivaz.
"respirá que no sabes cuando se acabará, pero no podés parar"
MI VIDA FUIMOS A VOLAR EN UN SÓLO PARACAÍDAS
UNO SÓLO VA A QUEDAR FLOTANDO A LA DERIVA...
VIVIR ASÍ NO ES VIVIR, ESPERANDO Y ESPERANDO
PORQUE VIVIR ES JUGAR Y YO... QUIERO SEGUIR JUGANDO
